Todo es alegría, en donde vamos, en donde andamos cotidianamente, ya se respira otro aire, pareciera que todos se preparan a recibir a una persona importante, la pregunta que me nace, al ver todas esas cosas es la siguiente... ¿Será que todos esperamos a la misma persona? y, ¿Será que si es la misma persona a quien esperamos todos, se sentirá contento en nuestra casa, en nuestro hogar? te invito, a que por un momento dejes de pensar en todas las preparaciones materiales de tu hogar, de tu entorno, y a que te mires un poco más adentro.
Vayas descubriendo el otro hogar que no muchas veces es distinguido, ya que hacemos muchas otras cosas que casi no nos damos cuenta de que existe... el niño que se acerca, que ya esta en camino, que es anunciado, y re anunciado en este tiempo, desea más bien morar en esa casa, tener el calor de eses hogar que es tu corazón, que es tu alma, el niño viene desnudo, como un recién nacido, que no nace con ropas ni nada de eso.. y el necesita calor, amor, será que al mirar nuestro corazón podremos hallar eso?.
Ojala empecemos a mirarnos adentro, y saber medir las cosas que vamos preparando, como en una balanza, con esto no deseo desprestigiar las labores, los pesebres, los adornos. Lo unico que deseo es que pongamos en una balanza, nuestras vidas, nuestras obras, y que ambas tengan la misma medida.
Jesús desea nacer en nuestros corazones, el desea que nosotros seamos buenos cristianos, que este ADVIENTO que estamos viviendo, nos prepare a recibir a Jesús como el se merece, a barrer nuestros errores, dificultades, y a limpiar no solo el hogar, sino el corazón, y que así podamos irradiar, en nuestros rostros, el verdadero sentido de conocer a Jesús, y podamos repetir lo que nos dice los HECHOS DE LOS APÓSTOLES, " Lo que hemos visto, lo que hemos sentido y oído, no podemos guardarnos ni callarlo, debemos anunciarlo"
TE INVITO EN FIN A QUE SEAS TESTIGO DE LA ESPERANZA ...
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